jueves, 4 de julio de 2019

El texto y sus características




El texto y sus características

El texto es una manifestación lingüística, oral o escrita, con una intención comunicativa y una unidad de sentido.
En lingüística, no todo conjunto de signos constituye un texto.
También es una composición de caracteres imprimibles (con grafema) generados por un algoritmo de cifrado que, aunque no tienen sentido para cualquier persona, sí puede ser descifrado por su destinatario original. En otras palabras, un texto es un entramado de signos con una intención comunicativa que adquiere sentido en determinado contexto.
Las ideas esenciales que comunica un texto están contenidas en lo que se suele denominar «macroproposiciones», unidades estructurales de nivel superior o global, que otorgan coherencia al texto constituyendo su hilo central, el esqueleto estructural que cohesiona elementos lingüísticos formales de alto nivel, como los títulos y subtítulos, la secuencia de párrafos, etc. En contraste, las «microproposiciones» son los elementos coadyuvantes de la cohesión de un texto, pero a nivel más particular o local. Esta distinción fue realizada por Teun van Dijk en 1980.
El nivel microestructural o local está asociado con el concepto de cohesión. Se refiere a uno de los fenómenos propios de la coherencia, el de las relaciones particulares y locales que se dan entre elementos lingüísticos, tanto los que remiten unos a otros como los que tienen la función de conectar y organizar. También es un conjunto de oraciones agrupadas en párrafos que habla de un tema determinado.

Características del texto

Todo mensaje, para ser considerado texto, cumplirá las siguientes características:

Perseguir una intención: Una persona que elabora un texto lo hace con un determinado propósito: informar de un acontecimiento, aprobar un examen, etc.

Estar estructurado: El texto ha de organizarse en párrafos, cada uno de los cuales contiene una sola idea.

Estar cohesionado: Las ideas de cada párrafo deben guardar relación entre sí mediante expresiones de unión, a las que llamamos enlaces y conectores.

Desarrollar un tema: Todas las ideas de los párrafos tienen que ordenarse lógicamente para expresar un tema, que se condensa en el título.

Adaptarse a la situación: El vocabulario implica el uso adecuado.

Tener buena presentación: Los textos escritos deben tener una disposición clara, ordenada y limpia, y los textos orales una expresión uida y correcta.

Respetar las normas: Además de ser coherente y estar cohesionado, un texto ha de ser correcto y ajustarse debe respetar las normas gramaticales y ortográcas-, no debe contener errores ortográcos o de pronunciación, errores de concordancia


Realizado por Mikele Vega

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